jueves, 8 de enero de 2009

Etapa Nike VLA - 2005

Luego de un paseo intenso por el campo de los sentimientos vuelvo a los rieles originales de este periplo.

Sábado 20 de Agosto del 2005. Entramos a Villa la Angostura. Por supuesto que llovía. Carola di Bianco desfilaba por las góndolas de La Anónima y nosotros llenábamos el carrito con Blem en vez de Gatorade. El frio y el aguacero no nos intimidó un pelo y después del súper nos fuimos por algunos recuerdos.

Después de una presentación impecable por pantalla gigante, aparecieron en escena Tagle y su comitiva. Si al poco dinamismo de Sebastián le sumamos que estaba afónico, imaginensé lo entretenida que estuvo la reunión previa. Igualmente salimos confiados rumbo al depto. Comimos firme, nos tomamos unos Blem y al sobre.

Domingo 21 de Agosto del 2005. Despertamos en Villa la Angostura. Por supuesto que llovía. Salimos para el Correntoso. Llegamos justo. El reloj estaba en 00:00:00. Nos deseamos suerte con un fuerte abrazo, y a correr.

En medio de un río naranja y sin salvavidas íbamos tratando de hacer pie. Andrés se hizo amigo del meandro y se fue para adelante. Siempre supo leer bien el río. Yo me estanqué en un remanso. Tratando de no enredarme con las algas me alejaba de a poco de la orilla. Finalmente me encontré en el medio de la corriente.

La primera parte dejaba correr. Calles anchas, subidas tímidas y mucho barro se intercalaban en los primeros 10 km. Luego la calle se achicó, desapareció. Y empezó lo lindo ( o lo feo ). Los senderos que nos llevaban cuesta arriba eran apasionantes. Arboles frondosos y altos nos cubrían de la lluvia que insistía. Charcos, troncos, y algunas goteras por donde la lluvia lograba filtrar sus lágrimas, era el decorado que impregnaba las retinas y los pulmones de vida.

Tanto subimos que llegamos a nieve virgen. Algunos resbalones que no eran caídas ( y otros que sí ) nos esperaban con ganas. Una nube que estaba abierta nos dejó pasar. El interruptor que apagaba la lluvia estaba en corto. Dejamos la nube y nos fuimos para abajo. Salí del bosque derrapando. Se me cruzó un refugio. Lo dejé atrás de un salto. Algunos resbalones eran caídas ( y otros ya eran terribles porrazos ).

Un mantel infinito de nieve se acomodó en el camino. La velocidad se mezclaba con vértigo y la adrenalina brotaba a borbotones. Las piernas pedían cambio y las rodadas eran cada vez mas frecuentes. La avalancha de remeras naranjas desembocaba en la base del Bayo. El público aplaudía las mejores caídas. Aunque me llevé varios aplausos, el pibe que corría adelante robó. No pudo frenar y quedó enredado en el tejido. Le contaron 10. 10 mas. Ya estaban llegando a 30 y se paró tambaleando. Del rincón tiraron la toalla y se terminó.

Sacaron el mantel y volvimos a los charcos. Pocos kilómetros para el disco y apareció Andrés en un remanso. Se sacudió las algas y navegamos juntos. Fabi y Gomín aprovecharon para los flashes y los recuerdos. Volvimos a dejar la calle para incursionar por mas senderos. Aparecimos en Villa La Angostura. Envueltos en palmas, bombos, lluvia y matracas recorrimos los últimos 500 metros.

24 kilómetros. 2 horas 52 minutos. Medalla al cuello. Un poco de Blem y algunas fotos. Después de un baño caliente, y de recibir el cerealmix y el pack de lustramueble que pusieron a nuestra disposición los Sponsor's, asistimos a la conferencia de prensa. Importantes medios públicos de todo el mundo se agolparon en el salón para tener la primicia. Entramos en medio de algunos aplausos. Agradecidos por tanta prensa respondimos al alud de preguntas con lujo de detalles. Antes de pirar prometimos volver en el 2006.

Domingo 21 de Agosto del 2005. Villa la Angostura se fue achicando en el espejo retrovisor . . . Por supuesto que llovía.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pablo!!!

Hermoso relato como siempre... y de esos que te roban una risa en cada párrafo..!

Che, la conferencia de prensa... sin mi, no era super top jajaja

Besos!

Flor

Arle dijo...

Hola! Qué linda experiencia! No siempre llueve en La Villa, a veces también nieva jejeje!

besos