viernes, 29 de febrero de 2008

Vamos por más - I

Ya lo dijo la Cantilo : “Nada es para siempre”. La relación relámpago que nació con el frio asfalto comenzó a deteriorarse cuando los cañones apuntaron para la barda. Los entrenamientos en tierra eran mas amenos y entretenidos. Las rodillas ya no iban con los dientes apretados y el constante desnivel era mas divertido que el llano rutinario. La nueva relación empezó viento en popa. El cuentakilómetros no tardó en rebalsar cuando el entusiasmo se enloqueció. Los 10 km ya eran 20, y los 20 fueron 30. Nos regalamos un Camel Back ( dícese del bártulo con forma de mochila que aloja un recipiente para cubicar hasta 2 litros de agua ) para soportar aquellos días de calor en que hasta las lagartijas mueren de sed. En verano, los días nublados eran una bendición, los días de lluvia un verdadero sueño. En Invierno los días de Sol eran una bendición, los días de lluvia un verdadero sueño. Las semanas desfilaban de a puñados y ya teníamos mas kilómetros que Forrest Gump. De pronto y porrazo nos vimos obligados a demostrar en las pistas lo que ensayábamos en el pizarrón. Armamos la escopeta y buscamos un objetivo. En la mira apareció un trek de 20 km. Balsa a Balsa. Respiramos hondo, contuvimos la respiración y lo encaramos a cara de perro . . .

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